domingo, septiembre 04, 2005


LOS BLOGS Y LA CIENCIA FICCION



















Las crónicas del tecnomante. Bitácora de Fran Ontanaya, España
http://franontanaya.blogspot.com

Reflexiones de un aburreovejas, de Nacho Illarregui, España
http:// elrincondenacho.blogspot.com/

El amigo de Frolik 8. Blog literario de Alfredo Álamo, España
http://cienciaficcion.blogspot.com

Via Libris, de José Vicente Ortuño, España
http://vialibris.blogspot.com/

Magonia, de Luis Alfonso Gámez, España
http://magonia.blogspot.com/

Crisei. Bitácora de Rafa Marín, España
http://crisei.blogalia.com

El eterno aprendiz de Sentmenat, de Alex Vidal, España
http://alexvidalbermudez.blogspot.com/

Cuchitril Literario
http://lepisma.liblit.com/

Comienzos para Bulldozers, de José Donayre Hoefken, Perú
http://comienzosparabulldozers.blogspot.com/

Blogdemlo, de Iván Olmedo, España
http://www.blogdemlo.blogspot.com/

El manuscrito Voynich, de Marcelo Dos Santos, Argentina
http://manuscritovoynich.blogspot.com/

Título, título, siempre quieren títulos, de Nimraithkar
http://nimraithkar.blogspot.com/

Huinca, de Juan Pablo Gil, Chile
http://www.huinca.net/blog/

Efímeros, de Santiago Eximeno, España
http://blogs.ya.com/efimero/

Pez Diablo, de Andrés Diplotti, Argentina
http://www.pez-diablo.blogspot.com

Kalindrafario, de Ileana Vargas Flores, México
http://kalindrafario.blogspot.com/

Subcontratado, de Santiago Eximeno, España
http://subcontratado.blogspot.com/

Naufragios en una taza de café, de Rita Vicencio, México
http://errantusaquila.blogspot.com/

Arrópame en tu oscuridad, de Felicidad Martínez, España
http://spaces.msn.com/members/kundalah/PersonalSpace.aspx

Noticias ciencia-ficción, de Ricardo Manzanaro, España
http://notcf.blogspot.com/

Right here within the shell, de Nimrodelisa, España
http://zapardiel.blogspot.com/

Las armas del reino II, de Saurio, Argentina
http://www.saurio.blogspot.com

Ecos cavernarios, de Jean Mallart, España
http://mallart.blogspot.com/

Teoría del Caos, de René López, México
http://sabbatregent.blogspot.com/

El Cronicón Cinéfilo, de J.P.Bango, España
http://blogia.com/bango/

Aryblog, de Aryxael, México
http://www.aryxael.blogspot.com/

Rayujos: historias y dibujos, de Chema Lera, España
http://rayujos.zoomblog.com/

El interpretador, de Juan Diego Incardona, Argentina
http://elinterpretador.blogspot.com/

Lecturas Caóticas, de F.J.Vidiella, España
http://fjvidiella.blogspot.com/

Monólogos bajo el árbol..., de David Fernández, España
http://monologos.blogspot.com/

La estación fantasma, de Fonz, España
http://www.estacionfantasma.blogspot.com/

Uno por uno, uno..., de Lola Cárdenas, España
http://locomundo.blogspot.com/

Aus café, de Carlos, México
http://auscafe.blogspot.com/

Paralelogramas, de Alejón, México
http://paralelogramas.blogspot.com/

Lobo Sector, de Gerardo Horacio Porcayo, México
http://lobosector.blogspot.com/

Diez palabras
http://diezpalabras.blogspot.com/

Diario, de Vicente Cudero, España
http://vicentecudero.blogspot.com/

Alejandro Moia, Argentina
http://alejandromoia.blogspot.com/

Efímeros, de Santiago Eximeno, España
http://blogs.ya.com/efimero/

La mágica Web, de Eduardo Abel Gimenez
http://www.magicaweb.com/weblog/index.php

Xootablog, de Xoota, España
http://xoota.blogspot.com/

Monorama, de Bernardo Fernández (Bef), México
http://monorama.blogspot.com/

Pego Open Studio, de Cecilia Pego, México
http://pego.blogspot.com/

Milanesa con papas, de Gus Nielsen, Argentina
http://milanesaconpapas.blogspot.com/

El Sofista, de Ricardo Montiel, Argentina
http://elsofista.blogspot.com/

MalaCiencia, de Alfonso de Terán Riva, España
http://malaciencia.blogspot.com/

El Weblog de Marcelo Dos Santos, Argentina
http://marcelodossantos.blogspot.com/

El forastero, de Miguel Esquirol, Bolivia
http://elforastero.blogalia.com/

Ánima dispersa, de Alberto Chimal, México
http://albertochimal.blogsome.com/

El libro de todas las cosas, de Axel Pimentel, Guatemala
http://zaxl16.blogspot.com/

Memorando, de Alfonso Merelo, España
http://blogia.com/memorando/

Is there anybody out there...?, de Marplanauta, Argentina
http://www.elmarpla.blogspot.com/

Star Trek Unity, de Marplanauta, Argentina
http://startrekunity.blogspot.com/

Viruete, de José Luis Viruete, España
http://www.viruete.com/

Tannhauser, de Javier Iglesias Plaza, España
http://www.blogia.com/tannhauser/

The Daily Black Cebolleta, de Pau Martínez Medrano, España
http://blackonion.blogspot.com/

Campanilla Weblog, España
http://www.campanilla.net/campanilla/

El noble arte de hacer enemigos, de Javier Esteban, España
http://nolesllames.blogspot.com/

Memorias de un friki, de Iván Fernández Balbuena, España
http://memoriasdeunfriki.blogspot.com/

Hartree's
http://hartree.blogspot.com/

Alphanor
http://alphanor.blogspot.com/

Mandarina, los cuentos de Gustavo Nielsen, Argentina
http://mandarinasdulces.blogspot.com/

El fondo del asunto, de Yamato, España
http://yamato1.blogspot.com/

La Bruma, de Armando Rosselot, Chile
http://labruma.blogspot.com/

Bajo el volcán, bitácora de Gerardo García-Trío, España
http://bajoelvolcan.blogspot.com/

Ser Axxonita, de Carlos Daniel Joaquín Vázquez, Argentina
http://axxonita.blogspot.com/

La voz en la maleza, de Raquel Froilán García, España
http://lavozenlamaleza.blogspot.com/

Oliphane, de Pardero, México
http://oliphane.blogspot.com/

Universos Paralelos o Locuras Nocturnas, de Luana, México
http://universos-paralelos.blogspot.com/

electric sheep, de Lorenzo, España
http://lorenzo.electricdragon.org/

Vidas ajenas: Biografías, de Jose Antonio del Valle, España.
http://vidas-ajenas.blogspot.com/

Diario de a bordo, de José Manuel, España
http://perso.wanadoo.es/josemarg/weblog/blogger.html

El retorno de los charlatanes, de Mauricio-José Schwarz, México
http://charlatanes.blogspot.com/

La soledad del editor de fondo, de Fermín Moreno González, España
http://spaces.msn.com/members/ferminmoreno/

La insana dijo ..., de Roma, Argentina
http://romitaaa.blogspot.com/

pjorge.com, de Pedro Jorge Romero
http://www.pjorge.com/

Flow, de Jorge Korzan, Argentina
http://blogia.com/flow/

Globalizado, de Juan Arellano, Perú
http://arellanos.blogspot.com/

Grupo 4M. de Sara Andonie, México
http://www.grupo4m.blogspot.com/

Andanzas del Errante, de Alex Ferreyra, Argentina
http://teverdemarciano.blogspot.com/

Palabras de Mujer, de Rebeca Montanez. México
http://palabrasdemujer.blogspot.com/

Del obelisco. Arte en la Red, de Helios Buira, Argentina
http://www.blogs.ya.com/artedelobelisco

Yo, Uriel, de Uriel Vázquez, Argentina
http://urielblog.blogspot.com/

Psicofonías, algo así como el blog de Psicobyte
http://www.psicobyte.com/

100 historias para leer en el baño, de Gonzalo Geller, Argentina
http://www.100historiasparaleerenelbanio.blogspot.com/

Mr. P.C., de Pablo Contursi, Argentina
http://p-c.blogspot.com/

Isaac Asimov, de RedRaven, España
http://isaacasimov.garcia-cuervo.com/

Diego 'Redraven' Márquez García-Cuervo, España
http://www.garcia-cuervo.com/

El Escapista, de Harry, España
http://el-escapista.blogspot.com/

Sinapsis, de Luis Alfonso Gámez, España
http://sinapsis.blogspot.com/

Conde Boris, página personal de Antonio J. Cebrián, españa
http://www.condeboris.tk/

El maravilloso mundo de Saurio, Argentina
http://www.saurio.8k.com

Javier Díaz Carballeira, España
http://www.javierdiaz.name/

El Tao, de Laura Mansilla, Argentina
http://eltaodeinternet.blogspot.com

Página personal de Fabio Ferreras, Argentina
http://usuarios.lycos.es/fabioferreras/index.htm

Obras, de Pedro Félix Novoa Castillo
http://www.obrasdepedrofelixnovoacastillo.blogspot.com

Mensajes en una botella, de J. Fidel, España
http://www.blogs.ya.com/mensajesenunabotella/

El hilo de Ariadna, de Von Salome, España
http://www.blogs.ya.com/elhilodeariadna/

Jorgeletralia, de Jorge Gómez Jiménez, Venezuela
http://jorgeletralia.blogsome.com/

Si alguien conoce algún otro blog que comenta temas de cf, hace reseñas de libros o simplemente manifiesta simpatía por el género le ruego que me lo haga saber para agregarlo a la lista.

viernes, septiembre 02, 2005


NOMINACIONES PARA LOS IGNOTUS

MEJOR NOVELA
Asura - Santiago Eximeno - Grupo Editorial AJEC
Buscando a los antiguos dioses - Eduardo Gallego y Guillem Sánchez - Silente
El sueño del rey rojo - Rodolfo Martínez - Gigamesh
Máscaras de matar - León Arsenal - Minotauro
Umma - Juan Antonio Fernández Madrigal - Parnaso

MEJOR NOVELA CORTA
Amanecer - José Antonio Cotrina - Artifex 11
Imágenes - Santiago Eximeno - Imágenes
Reciclador - Victor M. Ánchel - Asimov ciencia ficción 12
Sueños de interfaz - Vladimir Hernández - Premios UPC 2003
Traficantes de leyendas - Jordi Font-Agustí - Premios UPC 2003

MEJOR CUENTO
"El hombre que se burlaba del tiempo" - José Carlos Canalda - Asimov ciencia ficción 4
"La niña muerta" - José Antonio Cotrina - Asimov ciencia ficción 5
"Los hijos de nuestros hijos" - José Antonio del Valle - Gigamesh 37
"Pájaro en mano" - Eduardo Gallego y Guillem Sánchez - Asimov ciencia ficción 11
"Punto de entrega" - Vladimir Hernández - Asimov ciencia ficción 13

MEJOR ANTOLOGÍA
¡China ha despertado! - VVAA - Espiral ciencia ficción
¿Escasez de petróleo? - VVAA - Espiral ciencia ficción
Imágenes - Santiago Eximeno - Parnaso
Paura - volumen 1 - VVAA - Bibliópolis
Premios UPC 2003 - VVAA - Ediciones B

MEJOR LIBRO DE ENSAYO
Ciencia y Apocalipsis - Rafael Alemañ - Sirius
Espectra - Pilar Pedraza - Valdemar
Gadir 2K4 - VVAA - Ayuntamiento de Cádiz
George H. White - VVAA - Ajuntament de Llíria

MEJOR ARTICULO
"Historia alternativa en la literatura española I" - Alfonso Merelo - Galaxia 11
"La hispacón, la lengua de los elfos y los palatales serbocroatas" - César Mallorquí - Gigamesh 37
"Los cien mejores relatos de ciencia-ficción" - Julián Díez - Solaris 25
"PulpEdiciones: ¿piratería o descuido?" - Alberto Cairo - Gigamesh 36
"Vida, sexo y ciencia-ficción" - Eduardo Gallego y Guillem Sánchez - Razas Estelares

MEJOR ILUSTRACION
Portada de "Buscando a los antiguos dioses" - Guillermo Romano - Silente
Portada de "Gigamesh 38" - Juan Miguel Aguilera y Rafa Fonteriz- Gigamesh 38
Portada de "Sherlock Holmes y la sabiduría de los muertos" - Alejandro Terán - Bibliópolis
Portada de "UMMA" - Manuel Calderón - Parnaso

MEJOR PRODUCCION AUDIOVISUAL
El enigma del chico croqueta - Pablo Llorens
El maquinista - Brad Anderson - Castelao
Hipnos - David Carreras - Dea Planeta
Las naves de la Saga de los Aznar - Alfonso Seijas
Romasanta, la caza de la bestia - Paco Plaza - Castelao/Future Films

MEJOR TEBEO
La legión del espacio - Alfredo Álamo-Fedde - El Sitio de Ciencia Ficción
Piel de Dragón - Jordi Bayarri - Aleta Ediciones

MEJOR OBRA POETICA
Barad-dur - Juan Emilio Ríos Vera - Data Millenium
De un deja-vú. Eterno retorno - Gabriella Campbell - Vórtice en línea 2
Digital Amarilla - Santiago Eximeno - Parnaso 2
Romance de los exiliados - Miguel González Peña - Estel 46
Quiero ser como Lugosi - Alfredo Álamo - Vórtice en línea 2

MEJOR REVISTA
Artifex Segunda Época - Bibliópolis
Asimov Ciencia Ficción - Robel
Galaxia - Equipo Sirius
Gigamesh - Gigamesh
Solaris - La Factoría de Ideas

MEJOR NOVELA EXTRANJERA
Ciudad Maldita - Arkadi y Boris Strugatski - Gigamesh
En la estación Basilisco - David Weber - La Factoría de Ideas
Excensión - Iain M. Banks - La Factoría de Ideas
Illión: El asedio - Dan Simmons - Ediciones B
Los tejedores de cabellos - Andreas Eschbach - Bibliópolis

MEJOR CUENTO EXTRANJERO
"16 de junio en Anna´s" - Kristine Kathryn Rusch - Asimov Ciencia Ficción 5
"Caer en Marte" - Geoffrey A. Landis - Solaris 21
"Camino de Dragón" - George R.R. Martin - Gigamesh
"Como las que solíamos conocer" - Connie Willis - Asimov Ciencia Ficción 15
"El infierno es la ausencia de Dios" - Ted Chiang - Gigamesh 36

MEJOR SITIO WEB
BEM On Line (www.bemonline.com) - Grupo Interface Editor
Bibliópolis. Crítica en la red (www.bibliopolis.org) - Luis G. Prado
NGC 3660 (www.ccapitalia.net/ngc) - Pilar Barba
Sitio de Ciencia Ficción (www.ciencia-ficción.com) - Francisco José Suñer Iglesias
Stardust (www.stardustcf.com) - Javier Romero Aranda

Poco y nada puedo opinar sobre las obras en sí. Pero me da mucha alegría ver a un montón de amigos y amigotes en las listas. No expresaré preferencias porque, además de injustas serían absurdas, tras haber leído una porción mínima de lo nominado. Sólo cabe felicitar a los españoles por la tarea que realizan y esperar que el año próximo yo sea uno de los nominados, ¿por qué no?

miércoles, agosto 31, 2005


AXXON 154 - 16º ANIVERSARIO, "ESTA EN LA CALLE"

Axxón 154, septiembre de 2005
Cumplimos 16 años

EDITORIAL: ¿Más que nunca?, por Eduardo J. Carletti
CORREO: Cartas axxónicas
FICCIONES: Ambrotos, Yoss
FICCIONES: Perdido, Daniel Valdez
FICCIONES: Astroastrología, Diego Escarlón
CRÓNICA: Wiscon 29, ciencia-ficción y feminismo, Gabriela Bilevich

sábado, agosto 27, 2005


ASIMOV 20

Ayer llegó a mis manos el número 20 de la revista Asimov que dirige Domingo Santos. Es muy especial para mí porque siento la publicación de un cuento ("Detrás de la puerta") y un artículo sobre la escena continental como una especie de regreso a casa. Es decir, me siento como me sentía hace 35 años, cuando el mismo Domingo Santos, una suerte de padrino literario de mi carrera, publicó "Ardilla", un relato que escribimos a cuatro manos con Graciela, en el número 15 de Nueva Dimensión. No es que se "cierre" nada, pero sí que se cumple un giro completo de la espiral. Espero que funcione como disparador y que pronto pueda ver publicada El Juego del Tiempo, las otras dos novelas y etcétera... Me gustaría que los amigos españoles, que son los que leerán la revista en primera instancia, disparen sus pareceres antes de que aparezcan las críticas "oficiales" en Bem on Line, El Sitio de CF, Stardust, The Dreamers y Literatura Fantástica.

viernes, agosto 26, 2005


MI PROPIA MUERTE - SEGUNDA ENTREGA

Las convocatorias con consigna son una especie de lujo intelectual. Poner a trabajar a una cantidad de escritores tras focalizarlos en un tema específico convierte a la tarea creativa en una especie de huracán de ideas. Cuando planteé la morbosa consigna de describir la propia muerte en un relato breve no pensé que la respuesta sería un vendaval de cincuenta relatos. Esta es la segunda entrega y ya van diez. Creo que hay otros veinte.

Estas son las presentaciones.

Susana Sussmann: Cuando presentamos "En sus manos.." en Axxón N° 150, dijimos que Susana Sussmann nació en 1972 en Valencia, España, de madre española y padre alemán, pero desde que tiene 8 meses de edad vive en Venezuela. Estudió física y se especializó en el área de cuerdas y supercuerdas (física teórica). Tenemos otro cuento de ella que nos gusta y publicaremos muy pronto.

Claudio Alejandro Amodeo: nació en la ciudad de Buenos Aires el 6 de noviembre de 1977. En Axxón se han publicado sus relatos "La chica de rojo" (149), "La muerte interior" (150) y "Encuentros" (152). Está haciendo un gran trabajo en el Taller 7, tanto sobre sus propios textos como en la faz organizativa y en los aportes para el crecimiento del grupo. No es poca cosa.

Marcelo Di Lisio: nació en San Martín, Pcia. de Buenos Aires, en 1968. Está casado, es papá de dos hijos y el tercero está ahí, a un mes de distancia. De profesión diseñador gráfico, coordinador del área de diseño de Synaptic Links. Lector de Ballard, Disch, Varley, LeGuin, Bester, George R. R. Martin, Boris Vian, Cortázar, Fontanarrosa, Bioy Casares, y los otros también, claro. Acaba de animarse a escribir algo y este es el resultado.

José Carlos Canalda: (Alcalá de Henares, España, 1958) es tan frecuente en Axxón que nos limitaremos a señalar en qué números están sus cuentos... y es casi seguro que nos estamos olvidando de alguno: "Érase una vez" #138, "Reality show" #142, "La lámpara" #148, "Manuscrito encontrado en un manicomio" #150, "El fin del mundo" # 150.

Daniel Antokoletz Huerta: (Buenos Aires, 1964) vuelve a decir presente, como lo hizo en Axxón N° 152 con "Medusa en la ciudad". Se comenta que entre 1993, cuando su cuento breve "La sentencia" recibió la Primera Mención del Premio "Más Allá", y nuestros días, se conservó en un ataúd criogénico porque estaba impaciente por conocer el futuro.

Alejandro Moia: nació en marzo de 1980 en la Capital Federal, Argentina. Lector desde siempre de ciencia ficción, trabaja de programador desde que egresó del colegio Pio IX. Emigró a Madrid en 2003 para dar, dice, el siguiente paso migratorio dentro de un tiempo.

Otros seis enfoques del "gran tránsito", diferentes, cada uno de ellos determinado, promovido, tallado y mordido por las pulsiones que nos desvelan o nos hunden en pavorosos abismos. Como dije en la primera entrega, y no temo repetirme, ya nos enteraremos si acertaron o si por lo menos se aproximaron a la cosa en sí misma, aunque eso, claro, no sirva para nada...

La ilustración, que reproduzco aquí, es de Fernus.

Este es el enlace:
http://axxon.com.ar/rev/153/c-153cuento12.htm

Y éste el enlace de la entrega anterior:
http://axxon.com.ar/rev/153/c-153cuento4.htm

miércoles, agosto 24, 2005


MIS CUENTOS PREFERIDOS

Hace algún tiempo empezamos en Axxón con las listas de novelas, escritores y cuentos. Aunque yo soy el que las manejo (o justamente por eso) me limité a mandar dos listas, aunque hubiera querido enviar tres o cuatro. Estos son los 20 cuentos de mis dos listas.

Alpha Ralpha Boulevard - Cordwiner Smith
La claridad por una rendija - Theodore Sturgeon
La persistencia de la visión - John Varley
Las prepersonas - Philip K. Dick
La máscara - Stanislaw Lem
Hielo - Juan Pablo Noroña
Solsticio - James Patrick Kelly
Retrato de mis hijos - George R.R.Martin
Llano de sol - Elvio Gandolfo
La oscuridad - André Carneiro
La estrella - Arthur C. Clarke
Sobre sus propios pasos - Robert A. Heinlein
Regresa cazador - Richard McKenna
En nuestra manzana - R.A.Lafferty
La cabeza y la mano - Christopher Priest
La máquina - Eduardo Carletti
El Leonardo perdido - J.G. Ballard
La garra perpetua - Tarik Carson
Bernie, el Fausto - William Tenn
En una tierra de colores claros - Robert Shecley

Pero inmediatamente después de terminar la segunda me di cuenta que había dejado afuera varios relatos que me gustan mucho (y Ezequiel me llamó la atención sobre dos o tres), por lo que aquí pongo cómo seguiría:

Unión - Phyllis Eisenstein
Trío en un huracán - Theodore Sturgeon
Las calles de Ascalón - Harry Harrison
Todo el verano en un día - Ray Bradbury
Los vitanuls - John Brunner
Una muerte - H.G. Oesterheld
Primera línea - Carlos Gardini
Harrison Bergeron - Kurt Vonnegut
En la tiera sombría - Philip K. Dick
Bibelot - Félix Palma

Y no sería nada raro que apareciera otra lista dentro de algunos días.

domingo, agosto 21, 2005


NUEVOS CUENTOS EN AXXON

Cada cuento que ponemos en Axxón es motivo de regocijo. Estoy a punto de decir que jamás elijo por compromiso, que cada cuento que se publica, más allá de su calidad intrínseca, tiene un buen motivo que lo respalda. El otro día, cuando fueron siete ficciones breves (la entrega catorce) sentí algo especial porque era el primer cuento de Judith Shapiro, que tiene 16 años y trabaja en el Taller 7 desde el principio con un entusiasmo digno de premio. Pero también por Diego Cid, más silencioso, pero muy aplicado (ya lo venía siguiendo). Y más por Daniel "Axxonita" Vázquez, ya que me siento resposable por la presión que le tiro para que escriba. Estos tres son los del Taller. Pero también me da felicidad tenerlo a Iván Olmedo, un escritor en alza, que me prometió más material, entusiasmado, dice, por la celeridad y seriedad de Axxón, y me produce algo inexplicable tenerlo a Carlos Suchowolski, a quien vengo publicando desde los tiempos de Sinergia. Párrafo aparte para Noroña y Diplotti. Esos son escritores de mi banda y no necesito decir el placer que me produce publicarlos.
¡Bravo! El tipo se gastó todos los argumentos para alabar siete cuentos breves. ¿Qué le queda? Teóricamente tocó techo. Sigue rutina, para descansar. ¡Por favor! Esta noche vamos a poner dos cuentos "largos" (no lo son, bueno, pero no son FB). Y aquí la satisfacción, además de valuarse por lo que son los cuentos, viene acompañada por detalles al margen. Claudia Dorrego es una persona encantadora y el placer que siento al publicar su cuento se relaciona, además con Jorge Korzan, su compañero, y sus hijas y lo que me transmiten cada vez que los veo. Eso se llama "simpatía" en su acepción más llana. Y termino con un logro. Cada país que no está en Axxón es una asignatura pendiente. Y Bolivia no estaba. ¿Hay cf en Bolivia? Hay. ¿Por qué no tenemos? No se sabe. ¿Los bolivianos son renuentes? ¿Recelan de nosotros? Gary Daher Canedo no. Me mandó por correo su novela El huésped, se ofreció para mejorar mis contactos con los escritores de Bolivia y hasta intentará enlazarme con la inalcanzable Alison Spedding. Es un logro, repito, que el cuento de Gary esté en Axxón. Y será seguido por uno de Paz-Soldán. Pero sobre esto volveré en su momento.

viernes, agosto 19, 2005

VI TERTULIA DE BUENOS AIRES

Acabamos de regresar (Graciela y yo) de la Tertulia. ¡Magnífica! Gran clima, una calidez que nos permite recuperar lo mejor de los buenos viejos tiempos, pero con gente nueva. Luis Pestarini presentó en público Oceánico, de Greg Egan y Carlos Abraham su libro sobre la ciencia ficción en Borges. Estuvieron Carletti, Alonso, Vazquez (la barra brava de Axxón), visitas del interior (Bárbara Din de San Luis y Daniel Gianetti de Rosario) y (tratando de no olvidar a nadie aunque sé que será imposible) Norma Dangla, Claudia De Bella, Laura Núñez, Paula Ruggieri, Laura Ponce, las prometidas empanadas y Martín, Marcelo Di Marco y la gente de su taller de escritura, Carlos Feintein y sus jóvenes hijos, Jorge Korzán, Diego Escarlón, Saurio, Carlos Chiarelli, Santiago Oviedo, Aníbal Gómez de la Fuente, Omar Munarriz, Hernán Domínguez Nimo, Germán Amatto y... (me olvido de varios) En cuanto Alejandro me mande alguna foto la pego aquí

jueves, agosto 18, 2005


DE TODO, COMO EN BOTICA

Estoy feliz por el resultado del I Concurso Vórtice de Terror, pero me produce cierta desazón que el libro resultante será poco más que un folleto y tendrá una tirada reducida. Me satisface recibir el dinero del premio, que nunca viene mal, pero me pregunto si yo escribo por dinero o para ser leido. Comparo mi felicidad con la de Judith Shapiro, que tiene 16 años y dentro de unos pocos minutos podrá ver su primer cuento publicado en Axxón, o con la de Diego Cid, que sólo tiene unos pocos años más y es casi un debutante... y queda tintineando una campanilla. Sé que se juegan otras cosas y que esto de la edición profesional/amateur tiene sus bemoles. Tendré que regresar forzosamente sobre esto, ya que al margen de la teoría literaria y el salto evolutivo se cocinan otros ingredientes en este guiso y aún debo acomodar algunas piezas en el tablero antes de realizar la próxima jugada.

miércoles, agosto 17, 2005

I CONCURSO VÓRTICE DE FANTASIA Y TERROR
Fallo del I Concurso Vórtice de Fantasía y Terror

ACTA DEL RESULTADO:

El jurado formado por Óscar Mariscal (redactor de Weird Tales de Lhork y Lovecraft Magazine), Julián Díez (periodista, crítico literario y antologista de Artifex), Susana Bernal (licenciada en Filología Hispánica), Francisco Ruiz (escritor y crítico
literario) , Mariano Villarreal (crítico literario y responsable de www.literaturafantastica.tk), Pilar Barba, "Pily B." (responsable de NGC3660 y directora del proyecto E-Libris de la AEFCFT) y Gabriella Campbell (directora de Ediciones Parnaso), con relación a los más de 300 relatos concurrentes a esta
primera edición, ha acordado:

1º.- Declarar como finalistas los siguientes relatos:
En el patio, con Mortimer, conmigo, de Fabio Ferreras
(Buenos Aires, Argentina)

Un largo etcétera, de Alberto Ramos Barranco (El
Papiol, Barcelona, España)

Abajo hay un cuerpo, de José Santos Urriola Casanova
(Caracas, Venezuela)

El cuerpo ceñido, de Javier Quevedo Puchal (Onda,
Castellón, España)

Espejo, de Ángel Padilla (Valencia, España)

Viajeros, de Ariel Díaz (Buenos Aires, Argentina)

Coches azules, de Miguel Ángel López Muñoz (Madrid,
España)

Ángeles caínes, de Ángel Rivero Scarani (Canelones,
Uruguay)


2º. - Debido a un empate en la valoración del jurado,
declarar como ganadores a:

Huerto de cruces, de Santiago Eximeno (Madrid, España)

y

Triángulos de colores, de Sergio Gaut vel Hartman
(Buenos Aires, Argentina)

Que recibirán, según decisión de la editorial, el
premio ex aequo.

Ediciones Parnaso da las gracias a todos los
participantes y les anima a participar en próximas
ediciones de los Concursos Vórtice,

Granada, a 16 de agosto de 2005

martes, agosto 16, 2005


ALGUNAS NOVEDADES

Ayer pusimos un cuento en Axxón, sólo uno. Vamos a probar poniendo menos material cada vez, pero con mayor frecuencia. El de ayer fue Otra tragedia griega, de Gerardo Horacio Porcayo. Lo pueden leer en http://axxon.com.ar/rev/153/axxon153.htm Seguramente mañana irá Ficción Breve (catorce). Allí hará su primera aparición Judith Shapiro, una chica de Rosario que sólo tiene 16 años. Viene trabajando en el Taller 7 desde hace varios meses. Tiene mucho espacio para crecer. Por ahora conserva una envidiable frescura. Otro casi debutante es Diego Cid. Había publicado un cuento en Alfa Eridiani. Creo que irán 7, si Danny Vázquez alcanza a mirar "La picazón"...

La otra novedad es que se anunció el nuevo número de la Asimov de Santos. Va mi cuento "Detrás de la puerta" y un artículo sobre "La escena continental" (americana, se entiende). http://axxon.com.ar/not/153/c-1530226.htm

sábado, agosto 13, 2005


SUPERARSE O MORIR - EL CRITERIO DE LA CIENCIA FICCIÓN

Se trata de un pequeño hecho, casi íntimo, pero quiero señalarlo porque es posible que aún no esté del todo claro lo importante que puede ser la corriente que fluye entre los blogs y páginas personales. Hace algunos días vi una entrada interesante en la PP de Fran Ontanaya. Le pedí que la convirtiera en un artículo para Axxón y él puso manos a la obra y el artículo, cuyo título encabeza esta entrada, ya está publicado. La rápida reacción de Fran, pasando del apunte personal al artículo (y más allá de cualquier consideración intrínseca, que podría hacerse pero no es el objetivo en este momento) es la mejor demostración de que esto está funcionando. Sé que hay una suerte de comportamiento frívolo y que muchos blogs y PP caerán antes de que el material se asiente y enfríe. Pero insisto: esto funciona. Será banco de pruebas, será un cúmulo de caprichos que explotará como pompa de jabón. Lo uno o lo otro. Las dos cosas, ninguna... No lo sé y casi diría que no me importa. La vitalidad de "lo otro" (una revista que se nutre de todos los que deseen alimentarla) está más allá de cualquier dispersión o de cualquier distracción. Por ahora déjenme disfrutar de una nueva posibilidad que se concreta.

viernes, agosto 12, 2005


ANARQUISMO Y VISIONES CONJETURALES

Hemos formado un grupo, que por ahora intengran Pablo Kaniefsky, Alejandro Moia, Juan Pablo Gil y yo, destinado a analizar el anarquismo en la ficción (Le Guin, Butler, Eggan), incorporar conceptos del cuerpo teórico (clásico y moderno) y desembocar en un artículo o, si cabe, en un libro. Veremos qué sale. De todos modos, y para que no se diga que qué clase de anarquistas somos que tenemos tanto apego a las configuraciones estructuradeas, dejo este espacio abierto para todos los que deseen hacer aportes.

miércoles, agosto 10, 2005


TRES NUEVOS CUENTOS EN AXXON.

Casi sin proponérmelo cayeron tres cuentos que directa o indirectamente tienen que ver con la religión. El de Alexis Javier Winer, "Fuera del río, lejos del mar", es una "fantasía bíblica". "La entrevista", de Carlos Abraham, ocurre en New Orleans y tiene mucho que ver con los antiguos cultos negros. "Ojo en el cielo", de Paula Ruggeri, es una metaficción localizada en un universo en el que Philip K. Dick no se parece demasiado (¿o sí?) al que todos conocemos. Los cuentos están en http://axxon.com.ar/rev/153/axxon153.htm

martes, agosto 09, 2005


CONJETURAS Y CONOCIMIENTO II

La lista http://es.groups.yahoo.com/group/conjeturasyconocimiento/, creada para debatir en profundidad y sin anestesia temas agudos que conduzcan desde la conjetura al conocimiento, ha tenido un día de fieros encontronazos. No me arrepiento de nada. Pero es indiscutiblemente arduo lidiar con ciertas mentalidades, rémoras de un pasado oscuro que se empeñan en proyectar sus debilidades hacia el futuro. Proyectar una sociedad mejor a partir de configuraciones imaginarias provistas por la ficción tropieza invariablemente con los mezquinos que contemplan el universo por el agujero de su ombligo. No es que sea tan problemático que se enarbole el YO, sino que ese yo no viene acompañado de los OTROS, a los que se ignora tajantemente. El "yo me hice", "yo me esforcé", "yo estudié", "yo me realicé" conlleva un cerril rechazo por los demás. Si yo pude hacerlo, ¿por qué no pueden otros? Es casi imposible explicar lo obvio: si no se ve no se verá, aunque se explique un millón de veces. Las oportunidades no son idénticas; no partimos desde el mismo nivel. Y no se puede desconocer que la propia situación es privilegiada desde el haber tenido un hogar "normal" (con todo lo que eso implica, ya que yo, en lo personal, no tuve un "hogar normal", aunque a fin de cuentas lo haya sido a la hora del balance, comparándolo con otros). Comparar la propia situación con la de un marginal, con la de una adolescente violada por la pareja de la madre, con la de una madre adolescente que ya no podrá obtener nada de la vida a menos que aborte, regale o mate a su hijo. Y me hago cargo de la barbaridad que estoy diciendo. No porque un aborto, un crimen, un infanticidio sea algo aberrante, será menos visible que para las estrechas miras de una casi niña cuyo cerebro ha sido licuado desde el mismo momento de nacer por una dosis masiva de basura televisiva y por las carencias de un entorno que resulta impotente para satisfacer las mínimas demandas de un ser humano, no hay otra salida. Es triste, por cierto, muy triste, pero no veo otra salida que la de pensar en los demás como partes de un mismo todo, del mismo todo del que nosotros formamos parte. Si mantenemos con torpeza las diferencias por delante de las obvias similitudes (por lo menos dejar en claro que pertenecemos a la misma especie) no hay forma que demos el siguiente paso evolutivo. No le podemos pedir a los de abajo, a los desclasados, a los descartados, a los lumpen, más lumpen que nunca, que "cambien", que "se esfuercen". Somos nosotros, los "ricos", los que contamos con medios para difundir ideas, los que tenemos recursos y además el interés de hacer (ya que se sabe que a los ricos riquísimos eso no sólo les interesa un bledo sino que desean perpetuar lo contrario) quienes creando cultura, milímetro a milímetro, gramo a gramo, tenemos alguna posibilidad de poner en marcha el mecanismo multiplicador que dispare el cambio. Ya sé que suena ingenuo, casi ridículo, ¿absurdo?, seguramente loco, descabellado. ¡Imposible! Eso y todo lo que no escribí y el doble. Pero no importa. Aquí queda escrito y alguien lo leerá y lo pondrá en marcha y lo entrelazará con sus propias ideas y sus propios sueños. Hemos pasado demasiado tiempo en la prehistoria y ya va siendo hora de que salgamos de las cavernas.

domingo, agosto 07, 2005


EL CODIGO DA VINCI III

¡Lo he terminado! Como conclusión superficial y final diré que empeora al galope en los últimos tramos, emparchando debilidades e inventando salidas de emergencia para los hilos sueltos que no se pueden anudar. Los demás, munido de una tijera, sencillamente los corta...

El libro no tiene defensa. Es un producto destinado a "pescar giles" que lo compren, lo disfruten y recomienden. ¿Cómo funciona? Ese secreto, más que el que entraña el libro en sí, es lo que me gustaría descubrir. Una cosa es pedir la complicidad del lector, jugar contra la incredulidad con guiños más o menos afortunados y muy otra jugar sucio todo el tiempo, forzando la cosa al amparo de que el misterio a develar todo lo permite, todo lo apaña. Si es por eso, y sin ser un libro que me haya gustado horrores, creo que el de Saramago (comparo por tema, no por calidad literia) juega sus fichas con honestidad, y tiene una virtud superlativa: respeta al lector. En realidad, considerando que soy escritor, tengo bastante poco aprecio por cierto tipo de detalles. O tal vez deba expresarlo así: cuando me doy cuenta de que algo es así o asá prefiero que no me arrojen cataratas de detalles por la cabeza. Que la historia está amañada (ver "Así burlamos a Carlomagno" de R.A.Lafferty) o leer entre líneas cualquier libro sobre un período determinado de la historia y lo podremos comprobar sin más recursos que la simple capacidad humana para relacionar datos. Que el cristianismo es una religión "fabricada" para atender a ciertas necesidades políticas del momento y que el Concilio de Nicea "legalizó" una cantidad de elementos del más diverso origen para hacerlos ligar entre sí, no tengo dudas. En realidad (creo que ya lo dije en una de las entradas anteriores) lo único importante de esta experiencia es descubrir qué resortes toca el libro para conseguir tanta adhesión a partir de tanto fraude. Si logro responder a eso (no será fácil) tal vez pueda escribir un best seller y llenarme de millones...

sábado, agosto 06, 2005


ESPECIAL CUENTOS: "MI PROPIA MUERTE"
Hace menos de un mes planteamos una consigna tan provocativa como morbosa: describir la propia muerte en un relato breve. Hasta ahora una treintena de escritores han respondido a la convocatoria y ya hemos seleccionado suficientes textos como para dar inicio a este Especial.

DÉJÀ VU Antonio Cebrián - España
EN EL SEXTO PLANETA - Carlos Chiarelli - Argentina
EL MUNDO SE DETUVO - Christian Lisboa - Chile
EL INTERROGATORIO - Carlos R. Flores Gutiérrez - México

http://axxon.com.ar/rev/153/c-153cuento4.htm


HIROSHIMA - 60 AÑOS

Es casi una frivolidad decir que el artículo de Pablo Capanna es excelente, pero lo es. Y además de excelente es imprescindible...

Artículo: El horror, el horror, por Pablo Capanna
http://tinyurl.com/cgbgr


jueves, agosto 04, 2005


EL CODIGO DA VINCI II

El avión llegó a Inglaterra, yo a la página 400 y la trama cayó en un pozo sin fondo. Ahora, más que nunca, la pregunta es: ¿cómo es posible que se acepte sin protestas una serie de despropósitos como los que el señor DB presenta para hacer avanzar la acción? Una cosa es urdir algunos trucos destinados a producir algunos fuegos de artificio en rincones especialmente adecuados, pero forzar las situaciones hasta el extremo de tomar al lector por imbécil ya es preocupante. Pero no por el señor DB, que se gana sus monedas con tanta o tan poca habilidad como un Spielberg, un Guillermito Portales o un André Agasi, por citar a los primeros que me vienen a la cabeza. Lo preocupantes es la gente. Vivimos en el mismo mundo. Y ellos son muchos y yo uno. ¡Estoy expuesto a la impredecible conducta de millones de chimpancés blandiendo navajas y cimitarras!

martes, agosto 02, 2005


VISIONES 2005

La nota apareció originalmente en Axxón: http://axxon.com.ar/not/153/c-1530018.htm
pero me parece oportuno repetirla aquí, para qué negarlo: estoy involucrado.

La AEFCFT anuncia el inminente lanzamiento de su antología anual Visiones

La Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror, AEFCFT, anuncia la inminente aparición de su antología anual Visiones.

[Visiones 2005] (Axxón) - Los relatos de la edición 2005 de esta Antología Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror fueron seleccionados por Santiago Eximeno y esta es la nómina de los mismos:

"Bella y tierna historia de amor" por Marc R. Soto
"El plan soñado" por J. P. Bango
"María y los mendigos" por Alfredo Álamo
"Ojos que ven" por Ekaitz Ortega
"Duro como una roca" por Sergio Gaut vel Hartman
"Destellos de oscuridad" por Sergio Mars
"Animales de compañía" por Nuria C. Botey
"Mirándome mientras me miro" por Óscar Olivares Lucio
"Pastor" por Alberto García-Teresa
"Erinnis" por Raquel Froilán García
"Nieve negra" por Fernando Ángel Moreno
"Lena" por Javier Esteban
"Caro Data Archangeli" por Sergio Alejandro Amira
La cubierta es de Ferrán Clavero.

ISBN: 84-609-5699-7 - 208 páginas - Precio de venta: 10 euros.

La AEFCFT publica, desde 1992, una antología anual de narrativa inédita. Los dos primeros volúmenes se llamaron Visiones Propias y a partir del tercero pasaron a ser designadas como Visiones, con el agregado del año de publicación. Cada año es designado un compilador diferente, quien tiene plena libertad para seleccionar a su gusto las obras a publicar. Esto fue hecho con el propósito de lograr selecciones originales, al tiempo que se dan a conocer los autores españoles y se fomenta la fantasía y la ciencia ficción. En las últimas ediciones han tenido cabida también autores latinoamericanos.

Entre los anteriores antólogos de la serie deben destacarse Eduardo Vaquerizo (2004), Juanma Santiago (2002), Luis G. Prado (2001), Juan Miguel Aguilera (2000), Juan José Aroz (1999), Rodolfo Martínez (1998), Rafael Marín (1997), Joan Manel Ortiz (1996), Pedro Jorge Romero (1995), Javier Redal (1994), Elía Barceló (1993) y Julián Díez (1992).

CONJETURAS Y CONOCIMIENTO

Hemos creado una nueva lista. La necesidad de contar con un espacio en el que se puedan debatir temas relacionados con religión, dogmas, fundamentalismos, manipulación, fanatismo, perjuicios y prejuicios sin molestar a nadie, llevó a esta nueva opción, a esta nueva alternativa. Para aquellos que pasen por casualidad por estos parajes, doy las señas:

http://es.groups.yahoo.com/group/conjeturasyconocimiento/

Cultura y pensamiento no son malas palabras. El conocimiento nos hace libres y el dogma nos encadena. Pero no todo el mundo piensa así. Y como las listas de afinidades reúnen a personas de diferentes creencias, que suelen ofenderse cuando se hace mención, por ejemplo, al enorme perjuicio que las religiones organizadas le han causado a los seres humanos, vamos a debatir en un espacio propio, en el que nadie se tenga que sentir a disgusto. En todo caso, si entran inadvertidamente y luego se sienten incómodos, harán lo mismo que hice yo un día, siendo adolescente, que entré a un templo evengélico por error

El de la imagen, con pinta de petimetre, es Giordano Bruno. Observándolo salta a la vista que Gian-Maria Volonté estaba mejor para el papel que el propio Giordano.

lunes, agosto 01, 2005


EL CÓDIGO DA VINCI

Más de la mitad del libro leído. Sólo escribo esto para registrar el avance. Trampas, trucos, golpes bajos y altos, pero efectistas. Nos vamos acercando a lo que el libro supuestamente "revela" (pero que uno ya leyó en cien páginas de Internet). Mitra, las festividades paganas. La verdad es admirable cómo esos personajes tienen presencia anímica como para ponerse a hablar de esos temas con la policía secreta francesa y la Interpol sobre los talones... Sigue siendo entretenida, y la curiosidad por ver cómo resuelve los enriedos me impulsa hacia adelante. Pero percibo los primeros síntomas de aburrimiento. ¿Se irán incrementando? Los síntomas, o lo que es peor, el aburrimiento mismo...

AXXON 153 - AGOSTO 2005

Iniciamos un nuevo mes de Axxón y lo hacemos con todo. Un magnífico editorial de Eduardo J. Carletti, director de la revista, agudo y sólido. La escritura se revela como una forma de describir el mundo, pero no cualquier forma y la lectura como una manera de comprenderlo, pero no cualquier manera. Sentimos que desde Axxón se contribuye a que sea posible el salto evolutivo por el que la literatura especulativa viene trabajando desde hace años.

Y las ficciones funcionan, en ese aspecto, como topadoras, abriendo caminos y explorando nuevos territorios. Para empezar tenemos a un Yoss satírico y a Ricardo Bernal y Víctor Martínez Martín rizando el rizo de lo fantástico, lo fantástico que se mete por los intersticios de lo real. Espero que los disfruten y que me comenten algo, aquí o en alguna de las listas.

http://axxon.com.ar

miércoles, julio 27, 2005


EL CODIGO DA VINCI

No tenía intenciones de hacerlo, pero estoy leyendo la novela de Dan Brown. Tengo muchos prejuicios, pero trataré de ser honesto. Por lo pronto, es entretenida. Leí casi 100 páginas en dos sentadas. Lo obvio, por ahora, se maneja en el límite de lo creíble, pero tal vez por eso mismo es atractivo. La novela está escrita para gustar, impactar, golpear. Trataré de ir reflejando mis impresiones a medida que la lea para conservar un registro diario y tal vez, al final, de la lectura de estas impresiones y los recuerdos que me deje, quizá pueda escribir un artículo. Veremos.


Me propuse mantener actualizada la incorporación de cuentos a Axxón, pero no lo hice. Van las últimas cosas que agregamos.




CUENTOS LARGOS:
Bucle en el espacio tiempo - Carmen Quirós
El discípulo - Antonio Cebrián
Muchacha en pabellón con fondo de volcanes - Ricardo Castrilli
Cassandra y el arquitecto - Alfredo Álamo
Soñadores del sueño amarillo - Germán Amatto
Náufragos - Juan Pablo Noroña
Océano - Eduardo J. Carletti
Responsabilidad - José Vicente Ortuño

CUENTOS CORTOS:

Tres entregas de FICCIÓN BREVE (ONCE), (DOCE) y (TRECE) con textos de Claudio Amodeo, Ricardo Bernal, José Carlos Canalda, Marcelo Di Marco, Leonardo Killian, Juan Pomponio, Raquel Froilán García, Alberto Chimal, Gisela Valentín, Gustavo Masso, Julia Marina Müller, Saurio, Alejandro Alonso, Daniel Antokoletz, Iván Olmedo y José Luis Zárate.

Todo esto se puede leer en http://axxon.com.ar

viernes, julio 22, 2005

La iniciativa de Iván en su blog Diez Palabras http://diezpalabras.blogspot.com/ nos ha inducido a proponer un trabajo en el Taller 7 de CCF, un ejercicio que consiste en tomar al azar una de esas listas y escribir un texto de entre 500 y 1000 palabras que las incluya. El destino de los textos será Axxón y este blog, pero es estimulante observar a dos docenas de entusiastas escritores aceptando un desafío, forzándose a elaborar una ficción propia limitada por 10 palabras ajenas. Yo ya hice dos pruebas y seguramente haré alguna más. Para los viajeros casuales que reposten en este blog escribo la dirección del Taller 7 http://es.groups.yahoo.com/group/taller_7_ccf/

domingo, julio 17, 2005


TERTULIAS

El pasado viernes se realizó en la ciudad de Buenos Aires la V Tertulia organizada por Comunidad CF. A pesar de la noche fría y la lluvia y aunque la asistencia fue menor que en otras oportunidades, fue una ocasión maravillosa para conversar de lo que nos gusta: ciencia ficción y fantasía, libros y películas, autores y directores. El organizador de la tertulia de Rosario, que se realizará el próximo sábado, Daniel Valdez, viajó 300 km junto a su hijo Santiago, de 11 años, para "empaparse" del clima "tertulieril" (¡me he inventado un espantoso neologismo, pero lo voy a dejar!) En Rosario, así como en Caracas y Montevideo, pronto en Córdoba y México DF, tal vez en Santiago, Lima y San Juan de Puerto Rico, las reuniones de personas interesadas en la literatura fantástica empiezan a ser algo deseado y cumplido. Han aparecido verdaderos impulsores en cada ciudad, como Susana Sussmann y Enrique Castillo y esperamos que pronto se sumen otros. Pero no se trata de un mero amontonamiento de personas. En las tertulias nacen criaturas, y no me refiero solamente a las eventuales parejas que pueden llegar a formarse, parejas que, en cumplimiento de ciertos dictados de la naturaleza fabrican niños de la forma convencional, sino que hablo de criaturas artísticas, creaciones de la mente y el corazón de los asistentes. Volveré sobre esto en un par de días.

viernes, julio 08, 2005

Se supone que la gente que pasa por este blog conoce CCF, Axxón y muchos de los otros sitios y listas por los que me muevo. Sin embargo no parece superfluo ir registrando lo que publicamos en Axxón, para que viajeros casuales descubran lo que hacemos.

Vamos por ahora con lo que se agregó hoy:

Nueva entrega de Ficción Breve (once) en Axxón:
¿QUÉ ES EL "SECRETARIADO CUÁNTICO"? (Saurio), EL ÚLTIMO MEXICANO
(Gustavo Masso), EL HIJO DE MI MADRE (Gisela M. Valentín Del Río), POR
COSTUMBRE (Julia Marina Müller) y ÁLBUM (Alberto Chimal)

http://axxon.com.ar/rev/152/c-152cuento3.htm

Sergio Gaut vel Hartman

lunes, julio 04, 2005

Matrimonio y católicos

(Aníbal Gómez de la Fuente me alertó sobre este texto, aparecido en el Blog Psicofonías de Psicobyte. Fue posteado el 18 de Octubre de 2004 en la sección El Mundo que nos rodea).

Estoy completamente a favor del permitir el matrimonio entre católicos.

Me parece una injusticia y un error tratar de impedirselo.

El catolicismo no es una enfermedad. Los católicos, pese a que a muchos no les gusten o les parezcan extraños, son personas normales y deben poseer los mismos derechos que los demás, como si fueran, por ejemplo, informáticos u homosexuales.

Soy consciente de que muchos comportamientos y rasgos de caracter de las personas católicas, como su actitud casi enfermiza hacia el sexo, pueden parecernos extraños a los demás. Sé que incluso, a veces, podrían esgrimirse argumentos de salubridad pública, como su peligroso y deliberado rechazo a los preservativos. Sé también que muchas de sus costumbres, como la exhibición pública de imágenes de torturados, pueden incomodar a algunos.

Pero esto, además de ser más una imagen mediática que una realidad, no es razón para impedirles el ejercicio del matrimonio.

Algunos podrían argumentar que un matrimonio entre católicos no es un matrimonio real, porque para ellos es un ritual y un precepto religioso ante su dios, en lugar de una unión entre dos personas. También, dado que los hijos fuera del matrimonio están gravemente condenados por la iglesia, algunos podrían considerar que permitir que los católicos se casen incrementará el número de matrimonios por "el qué dirán" o por la simple búsqueda de sexo (prohibido por su religión fuera del matrimonio), incrementando con ello la violencia en el hogar y las familias desestrucuturadas. Pero hay que recordar que esto no es algo que ocurra sólo en las familas católicas y que, dado que no podemos meternos en la cabeza de los demás, no debemos juzgar sus motivaciones.

Por otro lado, el decir que eso no es matrimonio y que debería ser llamado de otra forma, no es más que una forma un tanto ruín de desviar el debate a cuestiones semánticas que no vienen al caso: Aunque sea entre católicos, un matrimonio es un matrimonio, y una familia es una familia.

Y con esta alusión a la familia paso a otro tema candente del que mi opinión, espero, no resulte demasiado radical: También estoy a favor de permitir que los católicos adopten hijos.

Algunos se escandalizarán ante una afirmación de este tipo. Es probable que alguno responda con exclamaciones del tipo de "¿Católicos adoptando hijos? ¡Esos niños podrían hacerse católicos!".

Veo ese tipo de críticas y respondo: Si bién es cierto que los hijos de católicos tienen mucha mayor problabilidad de convertirse a su vez en católicos (al contrario que, por ejemplo, ocurre en la informática o la homosexualidad), ya he argumentado antes que los católicos son personas como los demás.

Pese a las opiniones de algunos y a los indicios, no hay pruebas evidentes de que unos padres católicos estén peor preparados para educar a un hijo, ni de que el ambiente religiosamente sesgado de un hogar católico sea una influencia negativa para el niño. Además, los tribunales de adopción juzgan cada caso individualmente, y es precisamente su labor determinar la idoneidad de los padres.

En definitiva, y pese a las opiniones de algunos sectores, creo que debería permitirseles también a los católicos tanto el matrimonio como la adopción.

Exactamente igual que a los informáticos y a los homosexuales.

martes, junio 21, 2005

Información para bloggeros errantes que pasen por casualidad por aquí y deseen someterse a una ingestión masiva de sinergia. Manejo varios sitios, listas y talleres. Las direcciones son:

COMUNIDAD CF: ESPACIO DE ENCUENTRO PARA LOS AMANTES DE LA CF Y LA FANTASÍA
http://es.groups.yahoo.com/group/comunidadcf/

Ursula K. Le Guin: lista dedicada a comentar su obra http://es.groups.yahoo.com/group/ursula_k_leguin/

Theodore Sturgeon: lista dedicada a comentar su obra
http://es.groups.yahoo.com/group/ted_sturgeon/

CF de Europa del Este: lista dedicada a los autores rusos, polacos, etc.
http://es.groups.yahoo.com/group/cf_esteuropa/

Taller 7 - El taller literario virtual gratuito de CCF
http://es.groups.yahoo.com/group/taller_7_ccf/

Kurt Vonnegut: lista dedicada a comentar su obra
http://es.groups.yahoo.com/group/kvonnegut/

TODOS LOS SÁBADOS:
Club de Lectura Ucronía de Buenos Aires. Auspiciado por la Dirección del Libro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Coordina Sergio Gaut vel Hartman. Todos los sábados de 11:30 a 13:30. Biblioteca Manuel Gálvez. Avda. Córdoba 1558 BsAs. Entrada libre y gratuita. Están todos invitados.

REVISTA AXXÓN:
http://axxon.com.ar

lunes, junio 20, 2005

La patria en la biblioteca

Leo con mucha frecuencia que los elitistas de la cultura, esos engendros innecesarios y superfluos, sólo estamos interesados en pavonear nuestros egos narcisistas. Parece que siento cierta afinidad con Kurt Vonnegut. Ambos hacemos todo eso y más. Con mis disculpas a todos aquellos que piensan que no hay nada que preservar, que los libros sólo sirven para alimentar hogueras, va este artículo escrito por Kurt Vonnegut:

La patria en la biblioteca

He visto, como probablemente la mayoría de ustedes, Faherenheit 9/11, de Michael Moore. El título es una parodia de la gran novela de ciencia ficción de Ray Bradbury, Fahrenheit 451. Esa temperatura, los 451 grados Fahrenheit es, incidentalmente, el punto de combustión del papel, material del que están hechos los libros. El héroe de la novela de Bradbury es un empleado municipal cuyo trabajo es incinerar libros.
Y con respecto a la quema de libros: quiero felicitar a los bibliotecarios, que no son famosos por su fuerza física, ni sus poderosas conexiones políticas ni su riqueza, y son quienes, en todo el país, vienen resistiendo heroicamente a los matones antidemocráticos que intentan hacer desaparecer ciertos libros de sus estantes, y que se han resistido a revelar a la policía del pensamiento los nombres de las personas que sacaron esos títulos. Por lo tanto, la Norteamérica que yo amaba todavía existe, si bien no en la Casa Blanca ni en la Suprema Corte ni en el Senado ni en el Congreso ni en los medios.
La Norteamérica que amo todavía existe en las mesas de entrada de nuestras bibliotecas públicas. Nuestras fuentes diarias de noticias –los diarios y la televisión– están actualmente tan poco atentas, tan poco informativas, que sólo en los libros podemos averiguar qué es lo que está pasando en realidad. Voy a citar un ejemplo: House of Bush, House of Saud el libro de Craig Unger publicado al comienzo de este humillante y vergonzoso año bañado en sangre.
En caso de que no se hayan dado cuenta, y como resultado de un desvergonzado fraude electoral en Florida, donde a miles de afroamericanos les fue quitada su franquicia de norteamericanos, ahora nos presentamos ante el resto del mundo como orgullosos e impiadosos amantes de la guerra, con un arsenal apabullante y sin rival.
En caso de que no se hayan dado cuenta, ahora somos casi tan temidos y odiados como lo fueron los nazis.
Y con razón.
En caso de que no se hayan dado cuenta, nuestros representantes no electos han deshumanizado a millones y millones de seres humanos por su religión y su raza. Los herimos y los matamos y los torturamos y los encarcelamos todo lo que quisimos.
Fácil.
En caso de que no se hayan dado cuenta, también deshumanizamos a nuestros soldados, no por su religión o raza sino por lo bajo de su clase social.
Mandémoslos a cualquier parte. Hagámoslos hacer cualquier cosa.
Fácil.
Entonces soy un hombre sin país, excepto por los bibliotecarios.
Antes de que atacáramos Irak, el majestuoso New York Times garantizó que existían armas de destrucción masiva.
Hacia el final de sus vidas, Albert Einstein y Mark Twain perdieron toda esperanza en la raza humana, aunque Twain no había visto la Primera Guerra Mundial. Hoy, la guerra es una forma de entretenimiento televisivo. Y lo que hizo tan entretenida a la Segunda Guerra fueron dos inventos norteamericanos: el alambre de púa y la ametralladora. La “metralla” (Shrapnel) fue inventada por un inglés con ese nombre. ¿No les gustaría que hubiera algo bautizado con sus nombres?
Como mis distinguidos mayores Einstein y Twain, ahora soy yo el tentado por la desesperanza. Y, como algunos de ustedes saben, no es la primera vez que me rindo ante una despiadada maquinaria bélica.
¿Mis últimas palabras? “La vida no es modo de tratar a un animal, ni siquiera a un ratón”.
El napalm salió de Harvard. ¡Veritas!
¿Nuestro presidente es cristiano? Adolf Hitler también lo era. ¿Qué se le puede decir a nuestros jóvenes, ahora que personalidades psicopáticas, personas sin conciencia, sin un sentido de la piedad y la vergüenza, han saqueado todo el dinero de nuestro gobierno y nuestras corporaciones y lo han hecho propio?

domingo, junio 19, 2005

Por qué necesitamos ciencia ficción.

Hace dos o tres días recibí un mensaje de Carlos Gardini mencionando este artículo y marcando el enlace al diario inglés que lo había publicado. Por fortuna el diario de Buenos Aires Página/12 no demoró mucho en traducirlo. El título es "Por qué necesitamos ciencia ficción"... y vale la pena.

Por Margaret Atwood

Si estás escribiendo sobre el futuro y no estás haciendo periodismo de anticipación, probablemente estés escribiendo algo que la gente llamará o bien “ciencia ficción” o bien “ficción especulativa”. Me gustaría hacer una distinción entre ambas. Para mí, la etiqueta de “ciencia ficción” corresponde a los libros que contienen cosas que todavía no podemos hacer, tales como viajar a través de un agujero gusano en el espacio hacia otro universo; la ficción especulativa, en cambio, se refiere a una obra que emplea los medios que ya están a nuestro alcance, tales como la identificación del ADN y las tarjetas de crédito, y que tiene lugar en el planeta Tierra. Pero los términos son maleables. Algunos usan “ficción especulativa” como un paraguas que cubre la ciencia ficción y a todas sus formas compuestas –la ciencia ficción fantástica, y así– y otros eligen lo contrario.

Yo he escrito dos obras de ciencia ficción o, si lo prefieren, de ficción especulativa: El cuento de la criada y Oryx y Crake. He aquí algunas de las cosas que este tipo de narrativa puede hacer y que las novelas realistas no:

l Pueden explorar las consecuencias de tecnologías nuevas, mostrándolas en pleno funcionamiento. Siempre hemos sido buenos para soltar gatos encerrados y sacar genios de sus botellas, sólo que no hemos sido muy buenos para volver a meterlos adentro. Estas historias, en sus expresiones más oscuras, son todas versiones de El aprendiz de brujo: el aprendiz descubre cómo hacer que el molinillo de sal mágico produzca sal, pero no puede apagarlo.

l Pueden explorar los límites de lo que significa ser humano, llegando lo más lejos posible.

l Pueden explorar la relación del hombre con el universo, una exploración que a menudo nos lleva en la dirección de la religión y que puede fusionarse con facilidad con la mitología, una exploración que puede ocurrir dentro de las convenciones del realismo sólo a través de conversaciones y soliloquios.

l Pueden explorar los cambios en la organización social, mostrándonos cómo sería realmente vivir según dichas propuestas. He ahí la utopía y la distopía, que nos han probado una y otra vez que tenemos mejores ideas para hacer la vida un infierno que para convertirla en un paraíso. Piensen en la historia del siglo XX, en la que un par de sociedades se arriesgaron por una utopía y terminaron viviendo el infierno. Piensen en Camboya bajo Pol Pot.

l Pueden explorar los reinos de la imaginación llevándonos valientemente a donde ningún hombre ha ido antes. He ahí la nave especial del divertidísimo film Viaje fantástico, en el que Raquel Welch era miniaturizada e inyectada en el torrente sanguíneo a bordo de un submarino.

Más de un comentador ha mencionado que la ciencia ficción es adonde fue a parar la narrativa teológica después del Paraíso perdido de Milton, y esto es indudablemente cierto. Criaturas sobrenaturales con alas y arbustos ardientes que hablan son cosas que uno difícilmente vaya a encontrar en una novela sobre corredores de bolsa, a menos que los corredores de bolsa hayan estado ingiriendo algunas de esas sustancias que alteran la mente. Las resonancias teológicas de películas tales como La guerra de las galaxias son más que obvias. Los extraterrestres han tomado el lugar de ángeles, demonios, hadas y santos, aunque debe decirse que este último grupo está haciendo últimamente su regreso.

Queremos sabiduría. Queremos esperanza. Queremos ser buenos. Por lo tanto a veces nos contamos historias de advertencia que tienen que ver con el lado oscuro de ciertos deseos. Como dijo William Blake mucho tiempo atrás, la imaginación humana gobierna el mundo. Primero gobernaba solo el mundo humano, que alguna vez fue muy pequeño en comparación con el mundo natural, enorme y poderoso, que lo rodeaba. Ahora estamos cerca de controlarlo todo excepto los terremotos y el clima.

Pero sigue siendo la imaginación humana, en toda su diversidad, la que decide qué hacemos con nuestras herramientas. La literatura es un divulgador de esa imaginación. Permite que las formas incorpóreas del pensamiento y los sentimientos –cielo, infierno, monstruos, ángeles–, salgan a la luz, donde los podemos ver bien y tal vez alcanzar una comprensión mayor de quiénes somos y qué queremos, y cuáles serían los límites de esos deseos. Comprender la imaginación ya no es más tan solo un pasatiempo, sino una necesidad, porque, cada vez más, si es algo que podemos imaginar, es algo que podremos hacer.
Y para cerrar mi primer día de bloggero (¿se dirá así?), aquí va un cuento.

DISFRAZ
Sergio Gaut vel Hartman


Estaba distraído, con la mente extraviada en los laberintos de un dolor reciente. Por eso, cuando el mendigo ingresó al vagón, farfullando su discurso, no le prestó atención.
—A mí no me manda nadie; yo pido para mí. Para mí, pido. Tuve un accidente; necesito que me ayuden. Una moneda, por favor. –Las palabras se abrieron paso con dificultad, por lo que demoró en relacionar la demanda con la figura voluminosa que se bamboleaba por el pasillo al ritmo del tren. —A mí no me manda nadie; yo pido para mí. Para mí, pido. Tuve un accidente; necesito que me ayuden. Una moneda, por favor.
Extraño, se dijo; algo no encaja. Observó al mendigo a los ojos y percibió el desajuste entre el discurso, repetido como una cantilena, y los gestos mediante los cuales el hombre registraba el entorno. Eran más de las seis de la tarde, la hora pico. El vagón estaba lleno de gente que regresaba a sus casas, en los suburbios. Pero el mendigo se movía como si el tren estuviera vacío. Miente, pensó; finge, no hay duda de que está interpretando a un personaje creado para pedir limosna. No se sintió sorprendido. Aunque pertenece más al folclore urbano que al ámbito de los estudios serios, es vox populi que muchas personas trabajan de mendigos con el mismo profesionalismo con que se reparan relojes o se lustran muebles. No valía la pena torturarse con una reflexión tan inclemente, decidió. Buscó algunas monedas y se preparó para dárselas en cuanto se acercara.
Todo hubiera concluido en ese punto, a no ser porque el mendigo dejó escapar una exclamación, seguramente al recibir una moneda falsa. No lo sorprendió la exclamación en sí misma; no habría ocurrido eso ni siquiera si la exclamación hubiese sido pronunciada en otro idioma. La extrañeza provino de que por un instante, una ínfima fracción de segundo, el mendigo osciló en el límite de la percepción, mostrando que, por debajo de su envoltura humana, había un artefacto, o algo no humano que parecía uno. Se refregó los ojos, desconcertado, como si fuera lógico atribuir el fenómeno a una ilusión óptica. Cuando el mendigo llegó junto a él trató de descubrir algún otro signo que pusiera en evidencia la naturaleza oculta del otro, pero sólo vio a un hombre corpulento, muy deteriorado por un infarto cerebral masivo; arrastraba la pierna izquierda y el brazo del mismo lado le colgaba como un trozo de carne muerta. Las dificultades en la dicción quedaban disimuladas por la costumbre de repetir el mismo discurso, aunque la voz le temblaba cada vez que pronunciaba la palabra "accidente". Le dio las monedas que tenía preparadas. El mendigo se detuvo y dijo:
—Dios lo bendiga y le dé el doble. –A continuación, con un movimiento que desmentía la inutilidad del brazo, apretó el puño y las monedas desaparecieron. No las guardó en el bolsillo ni las depositó en el morrión que le colgaba de la cintura: desaparecieron. ¿Otra ilusión óptica? Se le ocurrió que no perdía nada encarándolo; en el peor de los casos recibiría una respuesta incomprensible, fuera de la programación, o nada. Pero el mendigo ya le había dado la espalda, siguiendo su camino por el vagón atestado, con la pierna a la rastra y la mano colgando fláccida en el extremo del brazo. No pedía permiso: se impulsaba y pasaba entre la gente, como una máquina programada para cumplir ese objetivo.
Un episodio banal; ha terminado. ¿Tenía sentido seguir preguntándose acerca de lo que había visto, el supuesto artefacto disfrazado de mendigo? Una máquina de pedir limosna. Ingenioso. Una vez amortizados los gastos de diseño y construcción, estaríamos ante un generador incansable de ganancias, en actividad las veinticuatro horas, todo el año, años y años, incansable, eficaz. Los gastos de mantenimiento serían mínimos: las máquinas no comen, no duermen, no reciben sueldo, no realizan protestas sociales, no reclaman vacaciones, no se enferman... ¡Perfecto! Alejó la idea por demasiado fantasiosa y no tardó en recaer en su honda melancolía. En realidad no le importaba; aunque fuese como lo había imaginado, no le importaba.
Sin embargo, cuando el mendigo pasó al otro vagón, lo siguió con la vista. Había una coincidencia, por lo menos intrigante. El último vagón a recorrer se ajustaba a la perfección con la llegada a la terminal. Ocho vagones, dieciséis estaciones. Matemáticamente exacto; una concesión dramática a la simetría, que en la realidad, por lo general, se empeña en escurrir el bulto.
Al descender, prolongó la investigación ubicándose a veinte pasos del mendigo. El hombre (se resistía a aceptar que su visión pudiera darse por verificada) permaneció junto a la última puerta del último vagón. Esa, al invertir su marcha la formación para recorrer el trayecto de la terminal a la cabecera, se convertiría en la primera puerta del primer vagón. Las precisiones matemáticas en el comportamiento del lisiado seguían dándose de cabeza con la lógica. Si la impresión que trascendía de su aspecto y comportamiento llevaban a suponer que el hombre a duras penas podía valerse por si mismo, la forma en que tenía organizado su trabajo demostraban lo contrario. Creyó vislumbrar, fugazmente, un cambio en la actitud cuando los nuevos pasajeros fueron ocupando los coches, pero le restó importancia. Fue en ese momento que decidió seguir al mendigo hasta el fin del mundo, si resultaba necesario. No tenía nada importante que hacer, nadie lo esperaba, y le vendría bien, en todo caso, concentrarse en una empresa novelesca, aunque fuera una ilusión, una soberana ridiculez.
Cuando la formación estuvo a punto de partir, en el último segundo, el mendigo abordó el tren, lo que provocó que él, distraído en sus especulaciones, tuviera que correr para no perderlo. Sólo el espontáneo apoyo de uno que trabó las puertas automáticas, le permitió llegar antes de que el tren se pusiera en marcha.
Ya a bordo, sin posibilidades de ocupar un asiento, se acurrucó para pasar inadvertido y observar con atención el accionar del mendigo.
—A mí no me manda nadie; yo pido para mí. Para mí, pido. Tuve un accidente; necesito que me ayuden. Una moneda, por favor. –Las mismas palabras, la misma oscura oscilación en "accidente". Con una envidiable precisión recorrió el vagón en el mismo tiempo que el tren demoró en unir las primeras dos estaciones. Mientras sentía crecer en su interior la excitación que generaba ir detrás del esclarecimiento de un enigma, por minúsculo que éste fuera, imaginó tres o cuatro desenlaces posibles, algunos de los cuales entrañaban cierto riesgo para su integridad. ¿Estaría operando bajo la influencia de un impulso suicida? Asimiló la idea, aunque no por completo. Su herida interior era profunda, de las que no cicatrizan así nomás. Pero estaba seguro de que su afán por conocer se impondría a cualquier tendencia desafortunada.
Buscó una vez más al mendigo. No lo vio, por cierto. Debía estar en el tercer vagón y si el modo de actuar era el previsto, no tenía por qué inquietarse; no lo iba a perder. En ese punto lo asaltó una nueva duda. Si la teoría del artefacto era correcta, el mendigo no descendería nunca del tren, o por lo menos no saldría nunca de las estaciones cabeceras, manteniéndose en una suerte de circuito cerrado. Seguramente entraría en contacto con el encargado de recoger la recaudación, pero él no lograría obtener un solo dato más. Eran sus propias limitaciones, comer, dormir, satisfacer necesidades fisiológicas, las que terminarían por hacerle perder la pista del lisiado. No tenía sentido. Estaba persiguiendo un fantasma. Sería mejor abandonar en este punto, antes de que la obsesión encadenara su voluntad.
No obstante, se permitió un último lance. Si lograba obviar la pesquisa, habida cuenta de que ya sabía que no lo conduciría a ninguna parte, y descubría entre los otros pasajeros alguno que hubiera notado el extraño comportamiento del mendigo, quizá diera con una respuesta satisfactoria sin más trámite. Lo animó hasta tal punto esa posibilidad que se atrevió a abordar al que tenía más cerca.
—Discúlpeme –le dijo a un joven de ensortijado cabello rojo que había pasado todo el viaje buscando una posición adecuada para su gran mochila—: ¿Observó al mendigo que pasó hace un rato, el afásico, gordo, que repetía un discurso entrecortado?
El muchacho lo miró extrañado, pero no pareció molesto por la intrusión. –Lo veo todos los días que viajo; ya no le presto atención. ¿Qué hizo?
—Hacer no hizo nada especial. Es difícil de explicar. Seguramente vas a pensar que estoy loco o que persigo alguna cosa rara.
El joven se encogió de hombros. –Debo haber escuchado cosas peores, con seguridad.
—Lo único que tengo es una sensación, un relámpago. Vi algo muy extraño cuando pasó junto a mí, hace un rato; lo vengo persiguiendo desde entonces.
—Entonces lo dejó ir, porque anda como tres vagones atrás.
—No importa. Sé donde está en este momento. No es eso. Maniobra con regularidad, como si fuera una máquina.
—¿Un robot mendigo? –El muchacho había captado la idea de inmediato. –Suena absurdo.
—Sí, ¿no? –El tren se había ido llenando en cada estación y la atmósfera ya era irrespirable. Se preguntó cómo haría el mendigo para cumplir con la pauta: un coche por tramo. –Según mi cálculo –prosiguió—, en la octava estación habrá llegado al último vagón, lo que lo obligará a tomar un tren descendente o el próximo en la misma dirección que éste.
—¿Está seguro de lo que dice? Mire, yo a usted no lo conozco. Puede ser un lunático al que le dio por ese lado. Y a mi el mendigo no me hizo nada. ¿Tengo que elegir a uno de los dos?
—Es cierto, te pido disculpas.
—No, está todo bien. –El joven pareció advertir que había actuado groseramente y trató de reparar su conducta. Tendió la mano y se presentó. –Me llamo Julián; hago este camino todos los días. –Sonrió. –Estudio en el centro, Sociales.
—¡Qué bien! Yo soy Esteban Gandolfo. Como ves, pierdo el tiempo con estas tonterías.
—¿Se propone seguirlo? –Hizo un ademán ambiguo, en la dirección probable en que podría hallarse el lisiado en ese momento. En la pregunta estaba implícita otra.
—No tengo nada mejor que hacer. Enviudé, hace dos meses. Al llegar a casa me siento en una silla y me quedo horas mirando el vacío. A veces me acuerdo y enciendo la televisión; entonces me quedo horas mirando la televisión como si fuese el vacío. Esto, por lo menos, aunque sea más loco, luce más interesante, ¿no te parece?
—Lo siento –dijo el joven, incómodo, poco habituado a expresar una condolencia.
—No hay problema. Me disculpo otra vez por haberte metido en esto.
El muchacho se acomodó la mochila y se dispuso a remontar la marea humana que cubría todo el volumen del coche. Pero no logró dar ni siquiera cinco pasos.
—Va a ser difícil. Él lo tiene bien ensayado.
—Creo que mejor será que lo interceptemos en la octava estación, afuera del tren.
—Mejor. Cuente conmigo. –Por lo visto Julián había decidido confiar en el instinto de su reclutador. ¿Qué lo habría seducido de la propuesta? ¿Había detectado algo interesante o era uno de esos comedidos que se prende en todas? Esteban se sintió invadido por una serie de emociones turbulentas. Considerando que el mendigo debía hallarse a cinco vagones de distancia, contaban con el plazo justo para pensar una estrategia. Dos estaciones. Una y media, en realidad.
Por eso los descolocó ver al mendigo de regreso, avanzando dificultosamente, fuera de tiempo y distancia, recitando su cantilena monótona.
—A mí no me manda nadie; yo pido para mí. Para mí, pido. Tuve un accidente; necesito que me ayuden. Una moneda, por favor.
—Hablaba de éste, ¿no? –dijo Julián.
—Hablaba de éste –concedió Esteban—. Pero algo no encaja. No debería estar de vuelta. Registré una forma de actuar, invariable, o eso creí; esto no obedece al patrón.
—Está volviendo antes de la octava estación. ¿Se habrá dado cuenta? Usted dijo que recorría el tren en una dirección y en la octava cambiaba a otro.
—Era una hipótesis. Parece que ha sido refutada.
El mendigo estaba muy cerca, arrastrando la pierna, el brazo colgando, fláccido, el mismo discurso, con su desliz en "accidente".
—Si no hay rutina, no hay misterio –dijo el muchacho—. Sólo un pobre lisiado que trata de ganar unas monedas.
—¡Un momento! El brazo.
—¿Qué tiene?
—Es el otro.
Inesperadamente, una mujer de tez oscura, largas pestañas y expresión cansada pareció interesada en la conversación, y sin que nadie le diera pie, decidió intervenir.
—Yo lo noté –dijo—. Cuando pasó a la ida el brazo y la pierna estropeadas eran las del lado izquierdo, y ahora arrastra el derecho.
—¡Exacto! –Sin profundizar demasiado, Esteban había sacado un par de conclusiones preliminares: los mendigos eran dos, idénticos o casi y recorrían el tren en sentido inverso; el mendigo era uno solo, pero el patrón no era un coche por estación, sino que se adecuaba a las decisiones de un operador que lo manejaba por control remoto. Eso explicaba el cambio del brazo y la pierna tullidos. ¿Disparatado? No tenía, de momento, nada mejor. Julián y la mujer parecían haber sintonizado e intercambiaban opiniones, especulando sobre el fenómeno del mendigo.
—Yo me atrevo a ir más lejos –estaba diciendo ella—. Creo que no es un ser humano.
—¿Pensó eso, en serio? –dijo Esteban—. ¡No me diga!
—Es muy loco, ¿no?
—Para nada; yo percibí o creí percibir algo similar.
—Silencio –dijo Julián—. Ahí viene. Encarémoslo. ¿Qué podría pasar?
—Eso. Saquémoslo de la rutina. –Sin vacilar, Esteban sacó un billete, no monedas, del bolsillo interior del saco y lo puso delante de la nariz del mendigo. Éste levantó la mano izquierda para recoger del dinero, a la vez que recitaba el agradecimiento de rigor.
—Que Dios lo bendiga... –Pero le billete había desaparecido, escamoteado por un simple movimiento de la muñeca. No hubo desconcierto en la expresión del mendigo, aunque sí un extraño y agudo silbido, como si una válvula hubiera liberado aire a presión.
—Una respuesta y el dinero es suyo.
—¿Qué le hace? –dijo una mujer mayor, de cabello cano—. No sea desalmado. Entregue el dinero y déjelo en paz. No lo provoque. ¡Es un pobre lisiado!
—A mí no me manda nadie; yo pido para mí –dijo el mendigo.
—¡Miente! Es una máquina de pedir.
— Para mí, pido. Tuve un accidente.
—¡Nunca vi algo así! –volvió a protestar la mujer mayor, furiosa—. ¡No lo haga sufrir! Hay que ser una buena porquería para...
—Pide para una entidad ajena a nosotros, por motivos que no conocemos. ¡No es un ser humano!
—¿Qué dice? ¿De qué habla? –Un hombre vestido con el uniforme verde y amarillo de una empresa recolectora de residuos avanzó sobre Esteban con el propósito de golpearlo. Sin proponérselo, la multitud impidió que lo alcanzara. Así y todo, algunas personas empezaron a tomar partido por el lisiado, quien, para cualquiera que observara la escena, era la víctima de un sádico, de un demente o algo peor. Hasta la mujer de pestañas largas y Julián empezaron a mirarlo con desconfianza, preguntándose si no habían quedado del lado de los malos de la película. ¿Estaría trastornado de antes o el proceso se había iniciado en ese mismo momento?
—¡Déjelo! ¿No se da cuenta de que ya tiene bastante con su cruz? –intercedió una mujer que estaba embarazada. –Usted no sabe lo que es el respeto. –Una fértil ola de protestas se alzó a coro, fundiéndose con los sonidos propios del tren que seguía su marcha, ajeno al conflicto desatado en su interior.
—Necesito que me ayuden. Una moneda, por favor.
—¡Qué alguien llame al guardia! –gritó un hombre alto y obeso de cráneo afeitado y poblado bigote negro—. ¡Seguridad! ¡Seguridad!
—Esperen –dijo Esteban, acorralado contra una de las puertas automáticas; sus posibilidades de ser despedido hacia el andén en el caso de que el tren se detuviera eran enormes: la presión de la gente iba en aumento y él, con las manos en alto, no lograba convencer a nadie; más bien todo lo contrario—. No trato de hacerle daño al lisiado. Sólo escuchen: ocurre algo muy raro con este hombre. Lo único que me interesa es averiguar. Ellos también lo notaron –agregó señalando a Julián y a la mujer de tez oscura.
—Necesito que me ayuden. Una moneda, por favor.
—Yo no –se defendió el muchacho—. Únicamente lo seguí, por curiosidad. –La mujer permaneció en silencio; había agotado sus argumentos y el cansancio volvía a tomar posesión de su voluntad.
—A mí no me manda nadie –insistía, obstinado, el mendigo. El tren se había detenido en una estación, pero las puertas no se abrían. La detención se prolongaba más de la cuenta, por lo que no era descabellado suponer que la noticia del tumulto había llegado a oídos del personal de seguridad; estos se estarían organizando para tomar cartas en el asunto. El tiempo se agotaba y a Esteban no se le ocurría nada efectivo. Por fortuna, la agresividad de la gente, en tensa espera, había decrecido, pero no existían garantías de que la violencia no se desatara al menor estímulo.
—¡En el primer vagón! –oyó Esteban que gritaban—. ¡Hay uno que lastimó al Pingüino!
¡El Pingüino! ¿Así lo llamaban? La retorcida hilaridad que le produjo a Esteban la idea se desvaneció al reparar en que lo estaban acusando de un abuso no cometido. La gente se había apartado de él y lo miraba con asco, con aprensión, con resentimiento. Era todo lo que necesitaba. Le arrebató la mochila a Julián y tomándola con las dos manos de las correas, la descargó contra la cabeza del mendigo en el mismo momento en que éste repetía por enésima vez su letanía:
—Tuve un accidente...
—¡Vas a tener otro! –aulló Esteban.
La mochila hizo impacto y la cabeza salió volando como un meteoro, rozando a su paso todas las agarraderas de una fila, que tintinearon musicalmente. El cuerpo del mendigo empezó a girar sin control y un lluvia de placas, componentes, capacitores, resistencias y vaya uno a saber qué más, se derramó sobre los pasajeros del tren. Tornillos y arandelas rodaron por el piso del vagón, formando un riacho absurdo.
—Una moneda, por favor –seguía rogando el cuerpo decapitado. Esteban dedujo que el reproductor estaba en algún punto próximo a la axila. Pero esa deducción pasó a segundo plano cuando advirtió que casi todos los pasajeros se abalanzaban sobre los componentes sueltos del mendigo y otros, más osados todavía, lo desmembraban para apoderarse de los brazos y las piernas. En la otra punta del vagón, el recolector de residuos vestido de verde y amarillo, exhibía triunfal la cabeza, imponiendo la superioridad de su físico sobre los que trataban de arrebatársela. Cuando estuvo seguro de que todos reconocían su derecho, desenroscó la cabeza propia y procedió a sustituirla por la del mendigo.
—¡Es de última generación! –exclamó, eufórico. Un aplauso cerrado coronó la conquista. La mayoría de los pasajeros se desentendieron de Esteban, a quien minutos antes habían estado a punto de linchar, y se dedicaron a comparar y ponderar las piezas obtenidas en el desmantelamiento. Del mendigo sólo quedaba el núcleo del tronco con la unidad de sonido, que por alguna extraña razón nadie había reclamado. Esteban se agachó y pudo escuchar, aunque el volumen ya era muy bajo, el invariable alegato, casi inaudible.
—... yo pido para mí. Para mí...
Las puertas se abrieron por fin, y la multitud se derramó por el andén.

Sergio Gaut vel Hartman
Ambos conceptos van unidos: no hay sinergia sin riesgo ni riesgo sin sinergia. A medida que acumulamos energía y procuramos guardarla para ser utilizada en el momento oportuno descubrimos que hordas de bandidos salteadores de energía ajena se ponen en marcha para depredarla. Sin embargo, la masa formada por la actividad alcanza su punto crítico cuando los mendicantes del conocimiento y la creatividad se hallan próximos y la sinergia golpea en el centro neurálgico de sus configuraciones y los aniquila. Está ocurriendo en este mismo momento: los desgraciados depredadores lloran sus pérdidas y se lamentan por el tiempo malgastado. Patéticos comedores de carroña, incapaces de aceptar el logro ajeno. Por fortuna el proceso no es controlable. La sinergia resultante podría servir para causarles un daño irreversible. No es la intención. El sol brilla y la energía bulle en la yema de mis dedos.

Sergio Gaut vel Hartman - 190605